"¡Lábrate un futuro! ¡Se estudiante!"

Hoy he tenido una revelación básica con la que todo universitario acaba siendo bendecido tarde o temprano: estudiar es una mierda. Y no, no lo digo por las noches de biblioteca repasando, ni por las clases "magistrales" de profesores desganados, ni por febrero, junio, julio o septiembre. Tampoco por los temarios mal ajustados, ni por las diferencias entre universidades. Estudiar es una mierda por lo que viene después.

Todo ha sucedido mientras dormía, inocente. Los sueños son a menudo turbadores y confusos. "¿Eres universitario? Pobre, qué futuro...". Así de claro me habló esta noche un anciano en uno de mis viajes oníricos hasta el cuarto trastero de mi cerebro. Y cuando un anciano te habla has de escuchar atentamente. Especialmente si está encorvado, le brillan los ojos y tiene un garrote de madera con aspecto de hacer mucho daño. Eso y la barba blanca hasta el ómbligo dan que pensar. Parecía un profeta de alguna religión pero sin todo el rollo de los sacrificios humanos y el pecado. Estoy seguro que de existir, los que le conocieran le llamarían cariñosamente ese pequeño gran cabrón. O sencillamente El Viejo. Sí, un gran hombre, de aquellos en los que parece imposible que hayan tenido una edad por debajo de unos cuantos milenios. Transpiraba más experiencia que una roca.

Así pues, me he tomado sus palabras como verdad indiscutible. A mí me quedan unos años para saltar al mercado laboral, pero es importante concienciarse sobre la situación y no ser unos conformistas. Encima informática, ¡terror! Nos explotarán, nos ningunearán y con suerte seremos mileuristas...

(Viñeta de Forgues)

Supongo que no hacía falta la visita nocturna de un anciano barbudo para darse cuenta de que algo va mal con los jóvenes, la universidad y el trabajo, pero me ha ayudado a tenerlo más presente. Habrá que tener suerte, mucha voluntad y hacer lo posible para meter-la-cabeza.

Ah, El Viejo se despidió con un "volveré" y se fue volando transformado en pato. Inquietante.