La singularidad tecnológica
La singularidad tecnológica hace referencia al momento en que la inteligencia artificial supere a la humana en términos generales, permitiendo a las máquinas con semejante capacidad de cómputo sobrepasar con creces cualquier actividad intelectual humana. Algunos estudiosos como Vernor Vinge fijan esta singularidad en unas dos décadas, para antes de 2040, y lo cierto es que al ritmo actual parece posible pero, ¿qué pasará entonces? ¿Cuáles serán las consecuencias? La siempre abundante ciencia ficción ha relatado ya de todas las maneras imaginables un incierto futuro con máquinas más inteligentes que los propios humanos, empezando por Matrix.
Lo verdaderamente fascinante de esta idea es que esa primera generación de máquinas más inteligentes podrán también empezar a desarrollar a su vez otras máquinas con mayor inteligencia, y así de forma sucesiva y exponencial. Esta espiral vertiginosa de mejoras tendería en poco tiempo a infinito, obteniendo la singularidad ya nombrada. Los humanos, mucho más limitados, seríamos incapaces de asimilar las nuevas mejoras de las máquinas en un hipotético futuro así. Y aunque muchos científicos desde luego niegan que se pueda llegar a este extremo, o aseguran que nosotros mismos le pondremos límite al desarrollo de nuestros propios ordenadores, lo cierto es que algunos otros pioneros del campo como Ray Kurzweil opinan todo lo contrario. Kurzweil es el autor de uno de los refinamientos de la conocida Ley de Moore, que avala la idea de que el número de transistores en una computadora se duplica cada vez más rápido, y no cada dos años como dijo Moore.
¿Interesante? ¿Aterrador? Quizá en menos de lo que esperamos comprobemos si todo esto es posible, y a donde conduce. Entre las cuestiones más discutibles acerca de esta teoría, es si el actual modelo computacional (el de Turing que todos conocemos) puede realmente alcanzar semejante extremo de desarrollo, o si habría que cambiar a otro modelo más sofisticado. Por otra parte, algunas simplificaciones de los partidarios de la singularidad tecnológica no están nada claras. Por ejemplo, ¿se puede equiparar capacidad de cómputo con verdadera inteligencia? ¿Hasta qué punto puede decidir por sí misma una máquina?
Sea como sea, si se alcanza la singularidad, será imposible predecir lo que pasará después, es la gran magia del asunto.