Crónica Summercase 2007

¡Maldita sea, la música es grandiosa!

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Te guste el pop, el rap, la música clásica, el heavy o todas a la vez. La música es grandiosa, y cualquiera que disfrute con ella sabe que como en directo, en ninguna parte. El domingo me acosté a las 7 de la mañana con una sonrisa de oreja a oreja, después de 12 horas de conciertos, y después de hacer lo propio el día anterior. Dos días tan inolvidables como cortos.

Todo empezó el viernes, pronto, muy pronto. A las cuatro de la tarde, con todo el calor madrileño abrasándonos implacable en el cogote, comenzamos el viaje al recinto del festival, en Boadilla del Monte, a las afueras de Madrid. Dos horas y mil problemas con el transporte después, nos plantamos en el horrible pedregal donde los de Sinnamon (organizadores del Summercase) habían montado los escenarios. Terrible panorama que por suerte se contrarrestó con la calidad de los artistas. No voy a ir nombrando uno por uno a todos los que vi porque cuando me enrollo a escribir, me enrollo de verdad, pero sí quiero destacar a algunos de los que más me gustaron.

(Foto: Electrelane)

Lo confieso: me he enamorado en Madrid. Ha sido un flechazo, inevitable y directo. Ella es rubia, de ojos claros, alta y dulce. También es morena, con melena y bajita, muy sonriente. Y castaña, y otra vez morena. Sí, son las cuatro chicas que forman el grupo Electrelane, la mayor sorpresa que me he llevado en el festival. Dieron en la carpa pequeña un concierto casi por completo instrumental donde la gente se enamoró de ellas tanto como yo. Contínuo guitarreo, implacable, demoledor, mucho mejor que en sus discos. Ya soy fan.

Un poco antes de eso, James dejó claro porque son una leyenda de los 80 y 90. Se han vuelto a reunir este año, y todos dimos en su concierto gracias a Dios. Fueron a lo fácil, a tocar sus hits uno tras otro sin dejarnos respirar, sin concesiones. El líder, Booth, nos ofreció también un buen repertorio de bailes epilépticos, y en varias ocasiones bajo al foso a cantar junto al público. En las fotos podéis verlo, estuve muy cerca.

(Foto: James)

Eso el viernes, porque el sábado era El Día. Por fin iba a ver a Arcade Fire. Y las expectativas por las nubes claro, es incontrolable. No voy a decir que ha sido uno de los días más felices de mi vida porque sería exagerar y mentir como un bellaco, pero tener delante a esta gente te hace un poquito más feliz, aunque sólo sea por algo más de una hora. Lástima que el sonido no fuera perfecto, pero en ese rato volví a enamorarme. De su música. Y vi a gente con lágrimas, cuando unas 20.000 personas coreamos juntas Wake Up. Algo que hay que vivir. Cada vez que pisen España me tendrán en el público, no hay excusas.

Ese día, además, también actuaba James Murphy, creador y líder de LCD Soundsystem. La carpa grande a punto de explotar, y no decepcionó. Tribulations es un tema que jamás, jamás podría cansarme de escuchar, y en directo fue demoledor. Me duelen todavía los pies, y no me voy a olvidar de aquel extraño tipo que me agarró del hombro y me llevó a saltar con sus también extraños amigos.

Me dejo en el tintero a los alocados !!!, el decepcionante concierto de The Jesus & Mary Chain, comentar algo de The Sunday Drivers, Ratatat, The Chemical Brothers o Editors y destacar la agradable sorpresa que me llevé con los franceses Phoenix, pero no es cuestión de escribir un libro hablando del festival. Si os gusta la música, sea cual sea, disfrutarla siempre que podáis en directo. ¡Ya!

(Foto: The Sunday Drivers)

Ah, por cierto, me acerqué a ver unas cuantas canciones a Miqui Puig y El Conjunto Eléctrico. El tío es un showman de cuidado, y estaba radiante al ver toda la gente que fue a verle. No se cansó de dar las gracias. He dejado algunas fotos de este y otros conciertos en mi ficha de Flickr.

(Foto: ¡...Y Miqui Puig!)

Y mañana un avión y a perderme. Siento tener esto tan abandonado, espero poder actualizar más cuando vuelva de viaje a finales de la semana que viene.