Nuestra ciencia y sus curiosidades

El caso es que ya he devorado más de 500 páginas y con el libro casi acabado puedo decir que una de las partes que más me ha llamado la atención ha sido la dedicada a los fósiles, geología y, especialmente, dinosaurios. El autor, Bill Bryson, abarca el descubrimiento de los primeros fósiles, y de como durante muchos años se fueron encontrando huesos sin que los científicos de la época advirtieran a qué animales pertenecían realmente. Mientras leía los capítulos dedicados a estos descubrimientos, recordé que tenía un viejo libro de dinosaurios, cogiendo polvo en la estantería. Yo crecí marcado por Jurassic Park, para qué negarlo. Hojeando ambos libros, comprobé como coincidían en que, si no el descubridor, uno de los primeros hombres en recoger un hueso de dinosaurio fue Robert Plot, de origen inglés. En la imagen siguiente puede verse una representación del mismo y el libro en el que detalló el hallazgo:
Por lo visto, Plot pensaba que era de un humano gigante, y de hecho el hueso pasó muchos años olvidado con el curioso nombre de Scrotum humanum. Adivinad la razón. Qué cachondos.
El caso es que leyendo este libro sorprende ver como en muchas ocasiones los científicos desaprovechan excelentes oportunidades para avanzar en sus teorías. Los primeros huesos de dinosaurios estuvieron muertos de risa durante décadas hasta que alguien decidió tomárselos en serio. Aunque no lo he rematado, creo que Una Breve Historia de Casi Todo es una lectura obligatoria para todo aquel que vea, como yo, el atractivo de la ciencia. Es una mirada dentro de muchos de los avances realizados, de cómo se llegó hasta ellos, humanizando también los nombres que hay detrás de todos los descubrimientos realizados. Además, deja entrever que estamos muy lejos de saber tanto como nos creemos. Hay mucha ciencia por hacer todavía.
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